Después de Desolación (1922), su primer libro, Gabriela Mistral se vuelca al mundo de los niños, de los seres y de las cosas, en busca del consuelo y de una razón de ser, pero la vida desgarrada y doliente que caracteriza su primera época. Su norma será: «Que asuma mi alma un invariado y universal gesto de amor». Y lo hará con la poesía infantil, porque los niños son los primeros que reciben su cariño y comprensión.- Ternura (1924), está dedicado íntegramente a ellos.- De éste libro he extraído el poema "Piececitos", que refleja todo el amor de ella a los niños; se los entrego como un homenaje a la conmemoración de los 50 años de su muerte.
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PIECECITOS
Piececitos de niño, azulosos de frío, ¡cómo os ven y no os cubren, Dios mío!
¡Piececitos heridos por los guijarros todos, ultrajados de nieves y lodos!
El hombre ciego ignora que por donde pasáis, una flor de luz viva dejáis;
que allí donde ponéis la plantita sangrante, el nardo nace más fragante.
Sed, puesto que marcháis por los caminos rectos, heroicos como sois perfectos.
Piececitos de niño, dos joyitas sufrientes, ¡cómo pasan sin veros las gentes!
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A 50 años de su muerte :
El 10 de enero de 1957, Chile perdió al primero de los dos premios Nobel que registra nuestra historia. Ese día murió en un hospital de Nueva York, Gabriela Mistral, la primera en recibir el codiciado galardón, el 11 de diciembre de 1945.
A 50 años de su muerte :
El 10 de enero de 1957, Chile perdió al primero de los dos premios Nobel que registra nuestra historia. Ese día murió en un hospital de Nueva York, Gabriela Mistral, la primera en recibir el codiciado galardón, el 11 de diciembre de 1945.
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