TRAGAMONEDAS: UN NEGOCIO ILEGAL QUE CRECE Y CRECE

Hace un par de semanas la policía desarticuló un casino de juegos ilegal en el sector oriente de Santiago, deteniendo a los ‘emprendedores’ que lo regentaban. La noticia tuvo amplia cobertura en los medios de prensa, ya que el ‘garito’ estaba bien montado y aparentemente era un éxito comercial. Lo que no se dijo en esa ocasión es que este ‘garito’ era la punta de un ‘iceberg’ enorme.

Si Ud. camina por los barrios de cualquier ciudad del país verá ese ‘iceberg’: son los miles de tragamonedas que están instalados en el comercio. Incluso en su caminata podrá encontrar salas de dedicación exclusiva a los tragamonedas; se sorprenderá al ver verdaderos casinos de juegos con decenas de máquinas tragamonedas.

Todo empezó con los ‘flippers’ (lo que en inglés llaman ‘pinball machines’), esas máquinas en que se competía por alcanzar una alta puntuación, evitando que una bola de acero se escurriera entre dos aletas en la parte baja de la máquina. Para hacerlo había que tener destreza. Pues bien, de los ‘flippers’ se pasó a los tragamonedas. Ahí el tema cambió -ya no se trata de tener una destreza, sino que de tener suerte-, entra a jugar el azar. En los tragamonedas que se encuentran en el comercio, uno ve imitaciones baratas de las máquinas de juegos de los casinos. Por $ 100 Ud. juega.