sábado, marzo 04, 2006

Luciano Pavarotti... viene a Chile


El 22 de Marzo se realizará en Chile el concierto de éste gran tenor Italiano en el Estadio Nacional, éste será el escenario elegido para para que el tenor diga adiós al público chileno. En este momento, Pavarotti está girando por el mundo por motivo de su despedida, el Farewell Tour, que comenzó en Venezuela hace más de un año y que ahora lo trae a Chile por tercera vez en su carrera. El programa abre con canciones napolitanas tradicionales, luego, el tenor canta arias de las óperas: Tosca y La Bohéme de G. Puccini, el Ave María y piezas más populares como O Sole Mío, Chitarrra Romana, entre otras. En la ocasión estará acompañado por la soprano Simona Todano y el pianista y director Leone Mugiera. Como un homenaje a su ilustre visita, les entrego a continuación una breve biografía:

Pese a nacer en Modena y realizar todos sus estudios musicales en Italia, donde ganó un importante concurso en 1961, su debut operístico se produjo en Dublín, encarnando al duque de Mantua de Rigoletto, donde llamó la atención del director australiano Richard Bonynge y de su célebre mujer, la soprano Joan Sutherland, quienes le contrataron para una larga gira que supuso el despegue internacional del tenor. Conocido como el "rey del do agudo", Pavarotti posee una voz amplia, técnicamente muy segura y sin duda la más bella aparecida en Italia en las últimas décadas. Su clamoroso debut norteamericano –en el Metropolitan en 1968- acabó de consagrarlo por la proeza de cantar nueve do agudos en un aria de La fille du régiment, lo que le valió una portada del Time. Su actuación escénica es también muy buena, sobre todo en los papeles cómicos, en los que resulta especialmente convincente. A medida que ha ido madurando, ha ampliado su repertorio y a los grandes papeles para tenor lírico agregó otros más dramáticos como el Radamés de Aida o el príncipe Calaf de Turandot. En primera línea de la fama en los últimos veinte años, las impresionantes ventas de su discografía le ha convertido en el tenor más popular de la segunda mitad de este siglo.

miércoles, marzo 01, 2006

La esencia de los Impuestos... El bienestar Ciudadano



Bien vale la continuación del comentario anterior efectuado para explicar la existencia de los impuestos en un Estado democrático, y de cual debiera ser, a juicio de H. Büchi, el camino correcto en éste tema.
La esencia de un impuesto es el bienestar ciudadano, y no el ingreso fiscal por sí mismo. De hecho, la mayor recaudación se explica por el crecimiento económico, la legitimidad y la utilidad con que el ciudadano percibe al impuesto. La búsqueda de la legitimidad para recaudar está en los orígenes de la democracia, ya que los impuestos los aprobaban los que pagaban. En la política moderna ello se ha distorsionado y se evita que los ciudadanos sepan cuánto pagan, cómo pagan y para qué pagan. Sin embargo, la revolución tecnológica actual presenta una disyuntiva: puede usarse con fines totalitarios brindando información detallada de lo que hacen y tienen los ciudadanos, o alternativamente para privilegiar la privacidad y obligar a que el estado deba convencer a sus votantes para recaudar. Me inclino por la segunda opción, ya que la primera nos convertiría en objeto de control permanente por la supuesta loable razón de recaudar más. El camino correcto, anatema para fiscalistas y estatistas, es mayor competencia en la recaudación y el gasto para que los impuestos pagados estén relacionados con servicios recibidos, tal como sucede, por lo demás, con la competencia empresarial. No es cierto que se concluya en recaudación cero, como tampoco se llega a precio cero. Por el contrario, se iniciaría una dinámica de baja de costos y diferenciación de servicios entre gobiernos más responsables que beneficiarían al ciudadano. La discriminación se vería limitada, aunque sería posible, dado el monopolio de la cultura y la localización. Esto resulta si las instituciones se diseñan bien y se evita socorrer a unidades políticas irresponsables. ¿No pagaría más convencido sus contribuciones si mejorara la seguridad y limpieza de su municipio? ¿No le gustaría tener un contrato impositivo de largo plazo con su comuna antes de comprar su casa en la localidad elegida? Esta visión requiere cambios y tiempo, pero es factible y conveniente, y tiene además otras ventajas. Permitiría invertir la naturaleza del instrumento volviendo a su esencia: los impuestos no serían objeto de materia penal o política, sino la retribución por la prestación de un servicio. Impediría, además, el uso político del poder tributario, lo que es siempre un riesgo. Así lo dijo hace más de un año el Consejo Parlamentario Europeo al objetar al gobierno ruso los procedimientos y argumentos de fondo que utilizó para expropiar al dueño de la petrolera Yukos aduciendo evasión impositiva. Es cierto que muchos países están usando tecnología para reforzar el monopolio estatal, y no para permitir la competencia. Igualmente en el pasado, emperadores y reyes se resistían a perder sus privilegios. Sin embargo, existen en el mundo países que fomentan más libertad y competencia. Ojalá Chile sea de los pioneros en este sentido. Revirtamos nuestro camino de retroceso hacia el oscurantismo y encaremos la senda del progreso.

La Carga Tributaria ... y el Contribuyente


Siguiendo con la serie de artículos de análisis al Sistema Tributario actual, a continuación, les entrego la opinión de Hernán Büchi ex Ministro de Hacienda, que nos comenta acerca de los impuestos y de la forma de fiscalización, a ratos abusiva, por parte del estado y que tiene ,principalmente, a las Pymes asumiendo un costo económico difícil de soportar.
Los aumentos de tasas de impuestos por vía legal o por mera interpretación administrativa han sido sello de los gobiernos de la Concertación, y el del Presidente Lagos se caracterizó por acelerar ese proceso. La autoridad política se ocupa de presentar sus decisiones de modo que la población no perciba las alzas o crea que sólo afectarán a otros. Si revisamos algunos casos de la larga lista de años recientes, vemos el alza del IVA: fue poco notoria para el consumidor final, las normas se diseñaron para no diferenciar el impuesto en el precio a público. ¿Qué pasa con el aumento de tasa de impuesto a la renta en las empresas? Aunque sus consecuencias en empleo e inversión afectan a todos, sólo preocupa a quienes administran empresas y sus accionistas, más activos. La discusión sobre tributación minera, sin epílogo aún, parece que sólo afectara a unos pocos empresarios extranjeros. Lo cierto es que la minería explica gran parte de nuestro desarrollo y que si terminamos cercenando parte de su potencial, el precio lo pagarán los más pobres, lo cual no se vislumbra en la discusión pública. El fuerte impulso para reinterpretar las normas tributarias haciendo aparecer a los empresarios como delincuentes sólo por acomodar su accionar a normas complejas, tomó renovados bríos. Poco importa que los sistemas tributarios son intrincados y están llenos de situaciones injustas para el contribuyente, como bien lo sabe quien tiene que pagar un IVA que no ha podido cobrar. De nuevo, los directamente impactados por este impulso son los responsables de la administración de las empresas, contadores, gerentes o empresarios que deben dedicar mucho de su esfuerzo a defenderse de funcionarios públicos y a responder sus requerimientos en vez de producir. El costo económico de esta actitud es enorme, lo pagamos todos, pero se oculta y presenta como un beneficio por atacar a supuestos delincuentes; curiosamente nadie pensó que poner funcionarios públicos como comisionistas, en vez de buscar remunerarlos adecuadamente, nos retrotraería a la época de los romanos cuando en nombre del emperador -y con las armas- se salía a cobrar impuestos por un porcentaje de lo obtenido. Al menos debió considerarse dar facilidades al contribuyente para que se castigue a servidores públicos, en especial a aquellos con autoridad, que por exceso de celo funcionario o en su afán monetario, ahora difícil de discernir, van más allá de la ley y abusan de sus atribuciones. Las patentes comerciales se subieron aumentando los topes, transformándolas en un impuesto más. Pero en esta revisión resumida no podía faltar una mención a las retasaciones de bienes raíces. La de los bienes agrícolas pasó inadvertida. El turno hoy son los bienes raíces no agrícolas, y a pesar de los enormes esfuerzos de las autoridades, incluido el ministro, para tratar de decir que afecta sólo a unos pocos, implícitamente abusadores por no haber estado pagando lo que debían, las cartas recibidas por todos no son claras. No tienen la información básica, como metros de terreno y construcción, su valor, el impuesto actual, el de transición y el definitivo. Las razones de no ser más precisos pueden ser muchas; entre ellas, dejar la impresión de que la carga les toca a otros y ocultar en lo posible el impacto real. Probablemente en el Chile actual éste será un episodio más en el inexorable camino de mayores cargas, presentadas para que el ciudadano no las note, aunque eso haga la tributación más dañina. En esta ocasión, las personas afectadas directamente son más de lo normal, por eso estimé pertinente hacer este recuento y terminarlo con algunas reflexiones que espero en el futuro encuentren terreno fértil.